San Juan de Acre es el nombre cristiano de Akko, en Israel, un lugar fascinante que se calcula fue fundada hacia el 1500 a.C. Desde entonces, esta antigua ciudad portuaria ha sido testigo de batallas, ha visto desembarcar caballeros cruzados, ejércitos conquistadores y también ha sido epicentro de rutas comerciales que congregaron en sus orillas a gentes de todos los rincones del viejo mundo. Plaza siempre disputada, ciudad destruida y reconstruida y fortificada.
Hoy es la segunda ciudad más visitada de Israel, catalogada como Patrimonio de la Humanidad desde el 2001 y en donde su vieja Fortaleza nos habla de la presencia de los caballeros Hospitalarios y Templarios, al igual que las murallas de la ciudad, mientras que sus mezquitas, caravasares y baños dan cuenta del periodo otomano, todo lo cual representa un importante atractivo histórico para los visitantes.
Actualmente, con una población de unos 50 mil habitantes, en Acre conviven judíos y árabes. Su espacio urbano corresponde a la concepción musulmana, con calles y callejuelas angostas que vibran intensamente de día y noche.
